Isaías 53:10
Con todo eso, Jehová quiso
quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en
expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de
Jehová será en su mano prosperada.
Definición de la
voluntad de dios. En general la Biblia se refiere a la voluntad de Dios en tres sentidos.
1) En
algunos pasajes la voluntad de Dios
es otra manera de decir la ley de Dios
por Ej. David compara la frase “tu ley” con “tu voluntad” en el Salmo 40:8.
El Apóstol
Pablo considera que conocer la ley de Dios es sinónimo de conocer la voluntad de Dios Romanos 2:17.18, en
otras palabras, ya que en su ley Dios da instrucciones acerca de la manera como
el quiere que anden los seres humanos, la ley pudiera llamarse propiamente la voluntad de Dios.
Ley
significa fundamentalmente instrucción y abarca toda la palabra de Dios.
2) También
se emplea la frase la voluntad de Dios
para denominar cualquier cosa que Dios desea expresamente. A eso se le podría llamar
propiamente la perfecta voluntad de
Dios por Ej. Es la voluntad revelada de Dios que todos se salven (1 Ti 2:4;
2 Pe 2:9) y que ningún creyente salvado caiga de la Gracia (Jn 6:39) esto no quiere
decir que todo el mundo sea salvo, si no solo que Dios desea la salvación de
todo el mundo.
3) Por
ultimo, la voluntad de Dios puede
referirse a lo que Dios permite que ocurra, aun cuando el no desea específicamente
que suceda,
A eso se
le pudiera llamar propiamente la
voluntad permisiva de Dios. En realidad mucho de lo que sucede en el
mundo es contrario a la perfecta voluntad de Dios. Pecado, codicia, violencia,
odio e impenitencia (perseverancia en el pecado Y falta de arrepentimiento),
pero el permite que la maldad continúe por ahora (Efesios 1:11) por Ej. El
llamamiento de Jonás para que fuera a Nínive era parte de la perfecta voluntad
de Dios, pero su viaje en la dirección contraria estaba dentro de su voluntad
permisiva (Jon 1).
Además, Dios
permite la decisión de muchas personas de permanecer sin ser salvas y así
perderse por toda la eternidad, ya que El no impone la fe salvadora a los que
se niegan a aceptar la Salvación de su Hijo.
De igual
manera, Dios permita muchos padecimientos y tribulaciones que le sobrevienen a
una persona en la vida (1 Pe 3:17; 4:19), pero no son necesariamente su deseo o
voluntad final para esa persona (1Jn 5:19).
Respuesta a la voluntad de Dios.
La
enseñanza de la Biblia sobre la voluntad
de Dios expresa más que una simple doctrina; se cruza en la vida de los
creyentes de manera diaria.
1) En Primer
lugar, se debe aprender lo que es la
voluntad de Dios, es decir, su perfecta voluntad como se revela en las
escrituras (incluso su ley). Por cuanto “los días son malos”, se debe entender
cual es “la voluntad del Señor” (Ef. 5:16,17).
2) Una vez
que los creyentes conocen la voluntad revelada de Dios en cuanto a como El
desea que vivan, deben comprometerse a hacer su voluntad. El salmista, por
ejemplo, le pide a Dios que le enseñe a hacer su voluntad (Sal 143:10). La
petición paralela, que Dios “me guie por un terreno sin obstáculos” indica que
está esencialmente pidiéndole a Dios la capacidad para llevar una vida recta.
Asimismo
Pablo espera que los creyentes tesalonicenses sigan la voluntad de Dios al
abstenerse de fornicación y al vivir en santificación y honor (1Tes 4:3,4).
En otro
pasaje el pide que los cristianos sean llenos del conocimiento de la voluntad de Dios, a fin de que ellos
anden “de manera digna del Señor, agradándole en todo, esto implica dar fruto
en toda buena obra” (Col 1:9,10).
3) A los
creyentes se les exhorta a que pidan que se haga la voluntad de Dios (Mt 6:10;
26:42; Lc. 11:2; Ro 15:30-32; Stg. 4:13-15): deben desear sinceramente la
perfecta voluntad de Dios y tener el propósito de cumplirla en su propia vida y
en la vida de su familia (Mt 6:10). Si esta es la oración y el compromiso del
creyente, entonces puede estar seguro de que su presente y futuro están en el
cuidado protector del padre celestial (Hch 18:21; 1Co 4:19; 16:7).
Sin
embargo, si en la vida del creyente hay pecado deliberado y rebeldía contra la
palabra de Dios no responderá sus oraciones. No puede esperar que la voluntad de Dios se haga en la
tierra como en el cielo a menos que procure hacer la voluntad de El en su
propia vida.
4) Por
ultimo, no se debe usar la voluntad de
Dios como una excusa para la pasividad o la irresponsabilidad con respecto
a su llamado a combatir el pecado, la maldad y la tibieza espiritual.
Es satanás
no Dios, la causa de este siglo malo con su crueldad, maldad e injusticia (1Jn
5:19) y es satanás el causante de tanto dolor y sufrimiento en el mundo (Job 1:6-12;
2:1-6; Lc. 13:16; 2Co 12:7).
Así como
Jesucristo vino para destruir las obras del diablo (1Jn 3:8), también es la
voluntad explicita de Dios que los creyentes libren la guerra contra esas
huestes espirituales de maldad por medio del Espíritu Santo (Ef. 6:10-20; 1Ts
5:8)
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