martes, 2 de junio de 2015

COMO ESTUDIAR LA PALABRA DE DIOS.



1. Ore pidiendo a Dios Su ayuda. Usted necesita la ayuda de Dios para entender lo que estudia en la Biblia. Haga del Salmo 119:18 su oración: "Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley."

2. Lea los pasajes de la Escritura cuidadosamente en un lugar de quietud. Subraye las palabras que más le impresionan. Recuerde que Dios le habla por medio de Su Palabra.

3. Memorice los versículos asignados. Lea cada versículo para memorizar con su referencia en voz alta varias veces hasta que lo pueda decir sin mirar. Quizás quiera escribir los versículos y referencias en una tarjeta, para que lo pueda llevar consigo. Cada día dígalo en alta voz para que lo pueda recordar fácilmente. Repítalo a algún amigo para que pueda corregir las faltas. O escriba el versículo sin mirar y compárelo con el versículo para asegurar que cada palabra esté bien.
Aun cuando usted sepa bien el versículo repáselo una vez por semana por 7 semanas, y de allí en adelante una vez al mes. Al guardar este "buen tesoro" en su corazón, su modo de hablar y sus acciones serán distintos. Escoja también otros versículos para memorizar.

4. Medite sobre la Palabra de Dios que ha leído, estudiado y memorizado. Dios tiene una promesa especial para los que meditan en Su Palabra día y noche:

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. —Josué 1:8

Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará. —Salmo 1:2, 3

5. Ponga en práctica lo que Dios dice. Santiago 1:22 nos dice, "Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos." Dios comparó al hombre que oye Sus palabras pero no las obedece, al hombre necio que edificó su casa en la arena. Cuando la lluvia e inundaciones vinieron, la casa en la arena fue destruida. Pero el hombre, mujer, o niño que oye las palabras de Jesús y las obedece es como el hombre sabio, que edificó su casa sobre la roca. Cuando vinieron los vientos, lluvias e inundaciones, su casa quedó firme porque estaba edificada sobre la roca. Sólo cuando hacemos lo que Dios nos dice podemos crecer espiritualmente y llegar a conocer a Dios en mejor forma. Escriba en un papel cuáles son sus planes, y llévelos a cabo. Dios estará con usted y El le ayudará.

6. Comparta la Palabra de Dios con otras personas. Igualmente comparta lo que ha aprendido con los de su familia.
Deuteronomio 6:7 dice: "Y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes."


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