§ Ser
proactivo: los discípulos deben aspirar a influir conforme a la
voluntad de Dios en los acontecimientos y el entorno en el que trabajan y no
limitarse a permanecer sentados a la espera de que sucedan cosas.
§ Empezar
con un fin en mente: los discípulos deben identificar la
responsabilidad inherente a su filiación conforme a la palabra de Dios. Una vez
las tengan identificadas, deben evitar distracciones y trabajar constantemente
en actividades que le conduzcan hacia sus objetivos.
§ Poner
primero lo primero: los discípulos deben dar prioridad a
aquellas actividades que les ayuden a alcanzar sus objetivos.
§ Afilar
la sierra: los discipulos son humanos. Necesitan tiempo para descansar,
renovarse y actualizarse.
Los hábitos interpersonales –trabajando con
los demás– son:
§ Pensar
en ganar-ganar: en el trato con los hermanos, los amigos, los pastores, los discípulos
comprometidos buscan siempre un terreno
común y una solución basada en la palabra de Dios.
§ Comprender
primero y después ser comprendido: al igual que los médicos,
los discípulos deben diagnosticar el problema antes de prescribir su curación.
§ Sinergizar: la
sinergia se produce cuando el resultado es mayor que la suma de las partes.
Como en el caso de 2 + 2 = 5. El trabajo en equipo puede hacerlo posible.
CÓMO UTILIZARLA
§ Para
ser proactivo, movilícese
y trabaje hacia el logro de sus objetivos. No se quede sentado
a la espera de que sucedan cosas. Busque oportunidades para influir sobre los
acontecimientos y sobre su entorno de trabajo.
§ Empiece
con un fin en mente identificando sus objetivos. ¿Qué
quiere realmente en la vida? Piense en sus responsabilidades que como hijo de
Dios tiene. ¿Qué quiere hacer para glorificar el nombre del Señor? Ha llegado
el momento de concretar sus sueños. Plasme en un papel sus objetivos a corto
(un año), medio (dos a tres años) y largo plazo (más de tres años) y vaya
tachándolos a medida que los cumpla.
§ Ponga
primero lo primero e identifique qué actividades
le acercan más a la consecución de sus objetivos. En determinadas ocasiones
tendrá que hacer otros tipos de trabajo. Y no pasa nada por ello. Pero retome
lo importante lo antes posible.
§ Estar
siempre a punto sirve para recordarle que debe cuidarse. Busque tiempo para orar,
disfrutar de períodos de ayunos, lectura de la palabra y poner al día sus
habilidades cristianas.
§ Cuando
trate con hermanos, amigos o incluso con los conocidos, intente ante todo comprender
qué dicen. Escuchándolos, conseguirá comprender qué quieren
realmente.
§ En
cuanto haya comprendido sus deseos, podrá
identificar una solución en la que todas las partes salgan ganando y
queden satisfechas. Esto genera confianza, lo que a su vez produce mejores
resultados cuando vuelva a tratar en el futuro con estas personas.
§ Las
relaciones que establezca basándose en el respeto mutuo y la igualdad liberarán
sinergia más que competitividad y mejorarán los resultados futuros mucho más
allá de lo esperado.
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